La firma estadounidense, que participa en negocios inmobiliarios en territorios palestinos ocupados y proyectos tecnológicos con el ejército israelí, es ahora dueña de festivales como Sónar, Viña Rock y Resurrection Fest.

KKR entra al negocio del ocio masivo en España

El fondo de inversión KKR, con sede en EE. UU., adquirió en 2024 la promotora Superstruct Entertainment por 1.400 millones de euros. Esta empresa organiza más de 80 festivales en todo el mundo, incluyendo algunos de los eventos musicales más populares de España como Sónar, Viña Rock, Resurrection Fest, Arenal Sound, FIB y Monegros Desert Festival.

Conexiones con Israel y actividades en territorios ocupados

KKR mantiene una estrecha relación con el Estado de Israel a través de inversiones en sectores estratégicos como la ciberseguridad, los centros de datos y el mercado inmobiliario en territorios palestinos ocupados ilegalmente. Es el principal inversor del grupo Axel Springer, que ofrece viviendas en zonas como Cisjordania y Jerusalén Este a través de su portal Yad2. También controla Guesty, una empresa de gestión inmobiliaria con sede en Israel.

Protestas y boicots desde el mundo cultural

La compra de festivales por parte de KKR ha generado críticas en varios países. En Reino Unido, Boiler Room, también adquirida por Superstruct, manifestó su incomodidad con la nueva propiedad por sus vínculos con la ocupación israelí, reafirmando su adhesión al movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones). En Finlandia, el colectivo “Flow Strike” exige la ruptura de vínculos del festival Flow con empresas relacionadas con el Estado de Israel. En Galicia, BDS Galiza ha llamado a organizadores, patrocinadores y artistas a distanciarse de la influencia del fondo.

Apoyo institucional y falta de transparencia

En España, el crecimiento de estos macroeventos ha estado respaldado por gobiernos autonómicos como la Xunta de Galicia, que ha adjudicado contratos millonarios sin concurso público a festivales controlados por KKR. Esta situación ha sido criticada por colectivos sociales, que exigen una revisión ética del uso de fondos públicos en la industria cultural.

La entrada de KKR en el negocio de los festivales musicales ha abierto un debate sobre la ética en la gestión cultural, la financiación institucional y el papel de las empresas vinculadas a la ocupación en Palestina. La presión social crece para que la industria musical tome postura frente a estos vínculos.

FUENTE: El Salto Diario (España): https://www.elsaltodiario.com/economia/fondo-proisraeli-kkr-se-hace-grandes-festivales-espanoles-musica